
La celebración de la victoria de Suiza frente a Serbia (2-1) durante el Mundial de Rusia con un gesto que simboliza el “águila albanesa” generó una intensa polémica. Ahora, los goleadores del encuentro, originarios de Kosovo, y el capitán del equipo corren el riesgo de ser sancionados.
¿Qué pasó?
Los jugadores suizos Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, que tienen una herencia étnica albanesa vinculada a Kosovo, provocaron controversia al celebrar la victoria durante el último encuentro de la escuadra helvética el viernes 22 de junio. Cruzaron las manos abiertas sobre el pecho y las agitaron en dos ocasiones, un gesto que simboliza el águila negra bicéfala de la bandera albanesa. El capitán Stephan Lichtsteiner hizo lo propio.
“En el fútbol estás emocionado. Lo que hice fue solamente una pura emoción”, respondió Shaqiri, preguntado al término del encuentro sobre su gesto.
La Federación Suiza de Fútbol ratificó que se trató de una manifestación de júbilo espontánea y apolítica. Sin embargo, los tres jugadores enfrentan ahora una investigación y posibles procedimientos disciplinarios por parte del organismo rector del fútbol mundial, la FIFA.
Una escuadra multiétnica
El equipo de fútbol suizo está constituido por jugadores de origen muy diverso.
¿Cuántos son hablantes de albanés?
De los 12 centrocampistas y delanteros seleccionados, diez nacieron en el extranjero o tienen padres que emigraron a Suiza.
Xhaka, Shaqiri y el mediocampista Valon Behrami tienen una herencia étnica albanesa vinculada a Kosovo, una antigua provincia serbia que declaró su independencia en 2008. Serbia no reconoce esa independencia. Un cuarto jugador suizo, Blerim Dzemaili, nació en Tetovo, una ciudad étnicamente albanesa en la frontera entre Macedonia y Kosovo.
Shaqiri nació en Kosovo, pero su familia huyó del país devastado por la guerra cuando era un bebé y se refugió en Suiza. Para el partido de Serbia, Shaqiri llevaba en sus botas las banderas de Suiza y de Kosovo.
Behrami, que creció en el norte de Kosovo, se mudó a Suiza con su familia en la década de 1990. En su pantorrilla derecha Behrami tiene un tatuaje del águila de Kosovo. En su brazo izquierdo están las banderas de Kosovo y Suiza. Xhaka, cuya familia proviene de Kosovo, pero que nació en la ciudad suiza de Basilea, también ha hablado en las redes sociales sobre su identidad albanokosovar.
¿La política o la diversidad étnica del equipo de fútbol suizo han causado fricciones en el pasado?
En los últimos años, el equipo nacional ha tenido un historial de inmigración extremadamente diverso.
Tanto antes del partido del viernes como después, los entrenadores suizos y serbios evitaron cualquier pregunta o comentario sobre nacionalidad o política, insistiendo en el espectáculo deportivo.
Sin embargo, el debate sobre los antecedentes de inmigración del equipo suizo emerge de vez en cuando. En 2015, Lichtsteiner dio una entrevista a periodistas suizos en la que pidió un equipo nacional con el “equilibrio y la combinación adecuados”. “No se trata de tener 'verdaderos suizos' u 'otros suizos', sino de un equipo con el que los suizos puedan seguir identificándose”, declaró. Luego se disculpó y dijo que sus comentarios habían sido malinterpretados.